"Lo insignificante es tan importante como todo lo demás"

Walt Whitman





lunes, 22 de marzo de 2010

Vive como las flores


Desde pequeña me han encantado los cuentos: escucharlos, contarlos e inventarlos. Creo que son puertas a la imaginación y el aprendizaje, a través de la metáfora nos ayudan a pensar, nos roban una sonrisa e incluso algunas lágrimas... y sobretodo son una forma de crecer, estoy emocionada al ver que han salido del mundo de los niños para despertar el niño que todos llevamos dentro, un niño crecidito y responsable, maduro y a veces refunfuñón. Aquí os dejo un cuento. ¡Qué lo disfrutéis!

–Maestro, ¿qué debo hacer para no ofenderme tan a menudo? Algunas personas hablan demasiado y otras son ignorantes; algunas son injustas y otras me invaden.
–¡Pues vive como las flores!
–¿Y qué es vivir como las flores?
–Pon atención a esas flores –continuó el maestro, señalando unos lirios–. Nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del suelo todo lo que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos. Es justo asumir la responsabilidad de los propios errores, pero no es sabio permitir que los defectos de los demás te incomoden. Es su responsabilidad y no tu culpa. Y si no es tuya, no te guardes la ofensa dentro. Ejercita la virtud de rechazar el mal que viene de fuera y perfuma la vida de los demás haciendo el bien. Eso es vivircomo las flores.

"Vive como las flores" en Jaume Soler y Maria Mercè Conangla(2008) La vida viene a cuento. Relatos de ecología emocional. Ed. Integral: Barcelona. página 198

miércoles, 17 de marzo de 2010

Nevada en Marzo

He estado congelada durante unos días. De hecho desde que inicié este blog me aparecieron muchas dudas unidas a la ilusión de compartir, de crear puentes, de abrir conversaciones internas y también “externas”. Congelada por el miedo que paraliza e impide que aparezca la confianza (la autoconfianza que nos impulsa hacia adelante). Todo nuevo proyecto tiene eso, por lo menos desde mi experiencia. Una mezcla de emociones que impulsan y paralizan a la vez…pero lo importante es seguir siempre hacia nuestro objetivo.
En un taller que dinamicé hace unos días uno de los ejercicios consistía en dar forma con diferentes materiales a un sueño, proyecto u objetivo, cada uno como prefiera llamarlo. Uno de los participantes creo su obra en plastilina, una maqueta de su proyecto en la que había uniones realizadas con pinzas, literalmente, porque me olvidé la cola y no pudo unir las piezas de otro modo. Sus compañeros le pusieron como punto de mejora lograr uniones más estables. Me encantó la metáfora y el juego que permite la expresión estar “sujeto con pinzas”. Y a la vez me dio mucho que pensar una vez finalizado el taller. A menudo ante las dificultades cedemos el paso al miedo y aparecen las dudas, las preguntas, y nos decimos…”si no tengo esto no puedo hacerlo” “Esto” puede ser tiempo, dinero, recursos e incluso ingenio o creatividad. Muchas personas aseguran no tener una pizca de ella, la mayoría de los que lo dicen se comparan con personas con una creatividad extraordinaria a menudo del mundo del arte. No toda la creatividad se convierte en arte. Hay creatividad para la vida cotidiana, la que nos permite resolver conflictos de todo tipo y buscar carreteras secundarias y alternativas ante los obstáculos. Así que cuando nos decimos “Si no tengo esto no puedo hacerlo” deberíamos preguntarnos¿Seguro? ¿Hay alguna alternativa a lo que sería tu ideal que te permita empezar? ¿No será una excusa para no arriesgarte y exculparte incriminando al otro, a los recursos, a la falta de tiempo, a la sociedad…? Tengo la esperanza de que todos seamos capaces de llevar nuestros proyectos a puerto aunque en un inicio los tengamos que sujetar con pinzas. Y deseo ser capaz de seguir siempre hacia adelante. Este año ha nevado en marzo en Barcelona, algo poco común, y heló en días posteriores. Los árboles de mi jardín ya estaban florecidos. Temí que el frío repentino les hiciese tanto daño que ya no dieran frutos. Aún es pronto para saberlo pero hoy los he visto y siguen floreciendo, algunos magullados, con ramas rotas, otros se tambalean y casi se sujetan con pinzas…pero no se frenan, no se rinden, el impulso de vida es más fuerte. Espero que en todos vosotros sea igual, y deseo que en mí ocurra lo mismo. En otro post hablamos sobre la diferencia entre deseo y esperanza.

viernes, 5 de marzo de 2010

Turandot

Turandot es una ópera en tres actos con música de Puccini, aunque él murió antes de poder acabarla, que narra una gran historia de amor, una tremenda tragedia muy diferente a otras como Romeo y Julieta o Tristán e Isolda. Digo con entusiasmo que me encuentro entre las afortunadas de haber oído, visto, y sentido en cada poro de mi piel una de las representaciones que se hicieron de ella en el Teatre Liceu de Barcelona el verano pasado (2009). Me quedé sin palabras. La había oído entera un sinfín de veces en el silencio de mi casa, sin embargo… nada que ver. A partir de aquel momento cierro los ojos y me encuentro de nuevo en medio del teatro, reviviendo tan fantástica ópera con todo mi ser, llorando, riendo, mordiéndome los labios y cogiéndome las manos para no intentar dirigir la orquesta desde mi butaca, agarrar a la princesa de los pelos o correr para ayudar al príncipe en algunos momentos.
De la ópera hay una pieza muy conocida, el aria para Tenor Nessum Dorma (que nadie duerma), que es la responsable de que hoy esté aquí contando esto. Hace unos días, en una cena entre amigas, comentamos el efecto que tenía en la mayoría de nosotras esos maravillosos tres minutos que dura el Nessun Dorma en la versión que os adjunto, minutos fantásticos para recoger margaritas, para relajarse vibrando. ¡Así que muchas gracias a todas por este viaje emocional! Para los que las conocéis y para los que no aquí tenéis una de sus versiones interpretadas por Pavarotti, por un Pavarotti muy joven ¡Qué las disfrutéis!

Nessum Dorma (Pavarotti, NY 1980)

http://www.youtube.com/watch?v=TOfC9LfR3PI